Operación beta - Aquí hay gato encerrado (Córdoba) - Review Escape Room

¡Necesitamos ayuda urgente!

Requerimos investigadores que nos ayuden con un problema: creemos que nuestro vecino está inmerso en alguna trama de negocio ilegal que está afectando considerablemente a nuestra clientela.

Como casi todos los años que venimos haciendo escapadas vacacionales, para desconectar de la rutina, no puede faltar tantear el sector del escapismo en la provincia en la que veraneamos. En esta ocasión nos hemos desplazado a Córdoba donde un asfixiante calor nos da la bienvenida desde primeras horas de la mañana. De entre las ofertas, no muy amplias, en la capital nos hemos decantado por una empresa llamada Aquí hay gato encerrado, y su aventura Operación Beta, un juego que se ha postulado en la categoría de "mejores pruebas 2021" de los Escape Rooms Awards.

La página web no da mucha información sobre el juego, salvo una vagas pinceladas de investigación en un local de sospechosa actividad ilícita, que debemos resolver ante la falta de evidencias por parte de la policía; así que completamente decididos a poner remedio a semejante inquietud, nos dirigimos a la Avenida de Granada donde se requiere de nuestros servicios.

La recepción se realizó en un espacio multi sala, por lo que la decoración no podía estar preparada acorde a la aventura a realizar y la directora de juego nos hizo una introducción correcta. Aunque tuvimos poca interacción con ella durante el juego y era a través de texto, echamos en falta que las reglas/advertencias de la sala y la historia introductoria no estuvieran integrados. Aunque sean discursos que estén preparados y aprendidos siempre agradecemos que la pompa decorativa del juego empiece desde que te abren la puerta del local.

El quid de la investigación consiste en allanar un videoclub para desvelar qué está ocurriendo verdaderamente ahí (no podemos desvelar más, porque sería hacer un spoiler en toda regla).

Una vez dentro de la aventura podemos decir que sin ser una decoración fastuosa, hace las delicias de los más nostálgicos y tiene unos guiños en el decorado digno de todo videoclub que se preciara en los años 90. El espacio no es enorme pero sí suficiente para que hasta seis jugadores entren sin llegar a sentirse apretados.

El nivel de dificultad de los juegos, no es demasiado alto gracias a la correcta asociación entre pruebas, que te permiten saber qué y por qué estás buscando ciertos elementos. Las pruebas y puzles fluyen de forma bastante dinámica por la sala, con variedad de mecánicas y como bien hacen gala con su nominación a los prestigiosos premios, nos parecieron bastante originales. Por contra , siempre decimos lo mismo, que encontrar en una sala pegatinas de "no tocar" nos saca de la experiencia. Por otra lado pese a la espectacularidad del juego de "la sala del fondo", es una pena que no pudiésemos tener más de interacción con ella y una prueba en particular, creemos que puede tener problemas de dificultad para usuarios sin el conocimiento adecuado (los juegos deben tener siempre una resolución sin que se tenga noción de la materia desafiante).

Una experiencia divertida, digna de probar tanto para expertos, novatos, y familias; aunque sí recomendamos reducir el número de jugadores para poder estirar un poco más el tiempo de la experiencia. En nuestro caso, terminamos la aventura demasiado pronto, de los 70 minutos que consta el juego, salimos con 19 minutos sobrantes (no solemos tener en cuenta nunca los tiempos, ni vamos a pulverizar récords, más que nada porque no somos unos linces escapistas, pero se nos antojó algo corta la experiencia). Creemos que a 2-3 puede ser un desafío e invitamos a Aquí hay gato encerrado que implemente algún juegos paralelo adicional para grupos grandes con alguna "búsqueda a fondo" a modo de prueba secundaria.