Central Friends - Insólito (Madrid) - Review Escape Room

Si algo podemos destacar de Central Friends de Insólito Escape Room, es que nos supo a poco. Y no en el buen sentido de que nos gustó tanto que queríamos más, sino que por desgracia, este café se queda descafeinado y sabe a muy poco.

Es cierto que en este grupo nos estamos “mal acostumbrando” a las experiencias con un importante “efecto wow”, con sorpresas a cada paso y donde nunca sabes qué te espera al cruzar una puerta. Quizá por eso esperábamos bastante más de este Central Friends.

Somos MUY fans de la serie. Y lo remarco: muy muy pero que muy fans. Friends fue la serie que marcó nuestra adolescencia y juventud y es una zona de confort a la que volvemos recurrentemente. Nos sabemos los diálogos de memoria y seguimos riéndonos como el primer día con los gags más míticos.

La sala en sí, no está mal. La ambientación es buena y realmente puede transportarte al mítico Central Perk (incluyendo algunos efectos sonoros bastante guays), aunque reconozcámoslo, la recreación tampoco es excesivamente dificil; basta con un sofá Chester marrón y algunos props de cafetería… Y básicamente esto es todo lo que hay.

No hay más salas. Solo es una habitación, y no excesivamente grande. Nosotros nos movimos con relativa amplitud porque solo éramos 2 jugadores, pero nos hizo pensar que a 4 jugadores, puede entorpecerse bastante el juego.

En cuanto a la parte de “fan service” juro que me pasé toda la segunda mitad del juego pensando “venga, genial, pero ¿cuándo abrimos esa puerta mágica que nos lleva a otro sitio? ¿Será el apartamento de las chicas? ¿Será el rellano de la escalera con esas míticas puertas verdes?” Para nuestra decepción, no pasó nada fuera de esas cuatro paredes del café. Y en los juegos, apenas si se pueden apreciar 3 o 4 referencias auténticas a la serie. Con salvadas excepciones, la mayoría de pruebas tienen más que ver con una cafetería cualquiera que con Friends.

En cuanto al juego en sí, nuevamente nos decepcionó la linealidad del mismo. El juego es 100% dependiente del acting, hasta el punto de que aunque todos los candados que hay que abrir (sí, TODO son candados) están ahí desde el primer momento, no puedes encontrar la solución hasta que el actor hace o dice su parte (o “se deja olvidado” un objeto, que casualmente es la llave). El problema, es que la sala está llena de cosas que pueden crear confusión; desde artículos con imanes que no se usan en ningún sitio, a objetos con colores que no se usan para nada y no se relacionan con ese candado de colores que has visto desde el principio… Hasta que no viene el actor y te da lo que realmente necesitas, no avanzas. Esto es bastante frustrante y hace que sientas que el juego no fluya como debe.

En cuanto al acting, la verdad es que ni fú ni fá. De una forma más o menos manida, el actor hará que os encontreis con 4 personajes de la serie, aunque para nada serán los más míticos, y en ocasiones tendrán argumentos que ni siquiera respetan fielmente el lore de la serie. La actuación es correcta, sin más.

La caracterización, por otro lado, es literalmente penosa. Aquí tengo que hacer unos pequeños spoilers, pero es que si no lo digo, reviento: ¿cómo me haces a Stelle, la agente de Joey, como si fuera una Babushka, con un pañuelo de abuela que jamás se le ha visto? Si hay algo que caracterizaba a Stelle Leonard, aparte de su adicción al tabaco, era su manicura y su altísimo cardado, pero jamás un pañuelo de vieja de la estepa rusa… Todo esto, con la barba y los pelos en las piernas del señor que hacía de actor… O a Ben, el hijo de Ross y Carol, que para que quede claro que ese señor de la barba y los pelos en las piernas es un niño, le pones un gorrito de colores con una hélice arriba que parecía Kiko del Chavo del 8 (WTF??) Que sí, que todo se “justifica” (de aquella manera) con la historia de la sala, pero de verdad que #NoPuedoMas

Y a todo esto, hablemos del precio de esta sala. Nos costó 40 € por cabeza. Si jugais 4 os costará “solo” 30 €, pero ya os lo advertimos; no vais a jugar, al menos dos os vais a quedar mirando. ¿Hubiéramos sido más indulgentes en esta crítica si nos hubiera costado la mitad? Probablemente.

El mayor problema de esta sala es que realmente no vale lo que cuesta. Solo hemos pagado cifras que rondaban esos 40 €/jugador en salas como Caronte en Valencia o La Posesión o Outline en Barcelona, salas que obviamente no son comparables en ningún caso a esta pero, al fin y al cabo, salas en las que hemos pasado por numerosas estancias (pisos completos o incluso naves industriales), en donde han participado varios actores y en donde hemos pasado, en algunas ocasiones, cerca de las 2 horas.

No queremos desmerecer el trabajo realizado en esta sala ni el trabajo que desempeña el actor y game master durante la hora y media que dura la experiencia, pero creemos que esta sala está mal diseñada en su concepto. Una sala tan pequeña, con una sola habitación y juegos demasiado clásicos a base de candados, nunca debería ser tan cara. Por mucho que dure 90 minutos o que cuente con un actor. De hecho, nos da la sensación de que tanto la duración como la presencia del actor, parece algo impuesto por las tendencias actuales. Parece que si una sala no dura más de los 60 minutos típicos y no cuenta con actor, ya se queda antigua antes de abrir. Pero no debería ser así; los dueños de sala deben analizar el espacio y los medios con los que cuentan y diseñar el mejor producto en consecuencia, y no meter con calzador todo lo que está de moda. Si por nosotros fuera, replantearíamos la intra-historia de la sala y diseñaríamos los juegos para que no hiciera falta el actor. Solo con esto, ya se reduciría también el tiempo de la sala, ya que los 90 minutos son estirados artificialmente debido al acting. Una sala clásica, contenida, de 20 -25 € por jugador, con el aliciente de atraer a los fans de la serie, sigue siendo un buen plan para una tarde de domingo, sin más ínfulas y sin necesidad de inflarlo artificialmente con elementos que ahora están de moda y de los que parece que ninguna sala puede prescindir.