Manoir Escape House - Trauma Factory (Alcanó, Lleida) - Review Escape Room

Adéntrate en la casa de la familia Lemaire para resolver los misterios que se esconden tras sus puertas, que llevan cerradas desde el año 1956, cuando un accidente tiñó de negro su historia.

No se habla lo suficiente de un factor que puede ser determinante en un escape room de terror y es su localización. Llegar a la puerta de un escape room y que se vea amenazante desde fuera y de miedo incluso llamar a la puerta es algo que hace que los jugadores estemos condicionados antes de entrar y la inmersión y conexión con el juego sea más directa, comenzando la experiencia incluso en los minutos previos. Claros ejemplos son La Casa (muy difícil de superar, la sensación que sentimos cuando llegas ahí de noche), La Inmobiliaria (creemos que el metajuego inicial es un puntazo) o La Casa en Piezas (temíamos realmente por nuestras vidas :).

Manoir Escape House creado por Trauma Factory también juega en la liga de grandes localizaciones, ya que esta se encuentra en Alcanó, un apacible pueblito de Lleida de apenas 232 habitantes (según Wikipedia) que hace que tengas que salirte de las rutas tradicionales y te preguntes que quién te manda haberte desviado hasta este lugar. En nuestro caso jugamos 2 sesiones seguidas por la mañana, que si bien estábamos a plena luz del día no por ello se sentía menos amenazante.

Desde su web, Trauma Factory ya avisan y no hay posibles dobles lecturas ni juegan al despiste, Manoir Escape House es una sala de escape de terror ambientada en una casa encantada y de corte sobrenatural. Son muchísimos los escape rooms con esta temática (quizá la más usada y cliché) por lo que es complicado ofrecer algo distinto al resto, pero sus creadores han dado en el clavo con una experiencia aterradora e intensa.

Con un comienzo inquietante e inmersivo como a nosotros nos gusta, y con un nivel de tensión muy potente casi desde el primer momento en que pisas la casa, en Manoir, juega con un terror psicológico muy alto. Ese terror que sientes cuando te enfrentas a lo desconocido, a las sombras oscuras que acechan al final del pasillo y que hace que tengas que dormir con la luz de la mesilla encendida. Esto no quiere decir que no haya impactos y jumpscares de nota, que los hay, pero lo que hacen es un terror elegantísimo que a nosotros nos dejó en más de una ocasión con las piernas temblando. Queremos destacar el buen gusto y lo acertados que estuvieron sus game master a la hora de elegir vestuario y maquillaje para los habitantes de la casa. Nos ha pasado en otro lugar que juguemos un escape room de terror, nos está encantando… y de repente vemos una máscara barata que canta a bazar chino por soleares y para colmo el monstruito de turno viste unas Adidas blancas. Aquí consiguieron mantener el misterio (y el terror) hasta el último minuto.

Se nota que tienen muchas sesiones a sus espaldas y tienen un dominio absoluto del su espacio, del timing y han aprendido mucho cómo asustar porque conocen de sobra cómo nos comportamos los jugadores a determinadas situaciones comprometidas. Hay un modus operandi que se repite en los momentos de tensión que nos pareció una genialidad, haciendo que entremos al trapo del juego propuesto y que nos generó momentos de tensión memorables, siempre apoyados de una iluminación y efectos sonoros geniales. Respecto al tema de iluminación queremos decir que en Manoir hay mucha oscuridad, pero es una oscuridad tan bien medida que estuvimos en alerta durante toda la partida, pero en ningún momento tuvimos problemas con la resolución de los puzzles al encontrar algo por culpa de falta de iluminación.

Los puzzles son correctos, de corte clásico, muy lineales, están bien mantenidos y no tienen gran complejidad (tened en cuenta que en un escape room de terror, el miedo puede hacer que lo más básico se convierta en complicado). Pero los puzzles sin embargo, han sido pensados con un toque colaborativo en su mayoría, para que todo el mundo pueda participar activamente en la resolución de los mismos con alguna prueba de valor de lo más divertida y donde todos los jugadores tendrán su momento de gloria.

La ambientación en Manoir es correcta, sin grandes artificios ni grandes inversiones en decorados, pero gracias a su privilegiada localización y apoyado de un buen sistema de luces, todo se siente aterrador e inquietante. No dispone de inmensos espacios de juego, pero es lo suficientemente grande como para jugar cómodamente 4-5 personas.

Nos habían avisado que el final de Manoir era algo abrupto, y ciertamente para algunos jugadores se convertía en coitus interruptus extraño que a muchos no les acababa de encajar. Parece ser que los creadores de Manoir hicieron caso al feedback de los jugadores y decidieron darle unos toques. Ahora nos encontramos con un final apoteósico, extenuante y aterrador, que nos parece un acierto y del cual no cambiaríamos absolutamente nada. ¡Así se finaliza un escape room por todo lo alto , aquí se asusto hasta la más valiente del grupo! ¡Incluso uno de los jugadores que repetía experiencia, lo pasó con un nudo en la garganta a pesar que sabía lo que se le venía !

Queremos agradecer a los gamemasters, que tuvieran el detalle de ayudarnos con unas sesiones en unos horarios algo caprichosos dándonos las facilidades absolutas para poder jugar su sala y así poder encajarla dentro de una complicada ruta escapista.

Manoir Escape House es una carta de amor a esas películas de terror clásicas de casas encantadas. Es un ejemplo de por qué no debemos de dejar de visitar y cuidar esas salas de escape que puedan estar más alejadas de los grandes centros urbanos y grandes nombres, porque a veces, te encuentras con joyas como esta.