El Anticuario - Eye Hole (Madrid) - Review Escape Room

Durante muchos años, el prestigioso historiador M. López Caballero recorrió el mundo en busca de los tesoros más codiciados de todas las civilizaciones.

Tras su muerte, sus herederos deciden poner a la venta la gran colección que atesoró durante toda su vida.

Cazatesoros y curiosos se acercan hasta EL ANTICUARIO para descubrir qué oculta tras sus paredes.

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Muchos de los nuevos escape rooms se anuncian a bombo y platillo como “experiencia”. Es una palabra un tanto confusa y compleja y que en algunos casos, según nuestra experiencia, intenta adornar y desviar la atención de la esencia de lo que es un escape room: los puzzles.

Nosotros somos muy partidarios de la evolución de los escape rooms hacia otras modalidades de juego y entretenimiento, pero a veces amamos darnos un baño de clasicismo y volver a los orígenes: los candados y los juegos clásicos.

El Anticuario de Eye Hole, es un escape room situado en el barrio de Quintana de Madrid y ya avanzamos que El Anticuario sabe a producto old school.

Tenemos algo de lío respecto a quienes son los responsables de dicha sala, pero por lo que tenemos entendido, alguno de sus socios/creadores son los mismos que a día de hoy gestionan la genial sala de escape “La Mina” de la potente y prometedora marca Hidden Escape Escape Room. De hecho, La Mina y El Anticuario son locales colindantes. Si alguien nos puede explicar mejor esta asociación … ;-)

La introducción es algo confusa y nos dejó algo contrariados ya que no acabamos de entender la historia en sí ni cuál era nuestra misión, aunque hemos de decir que la game master estuvo muy adecuada en su papel y nos dio réplica de forma acertadísima a nuestro roleo. Quizá tuvo algo que ver que jugamos en las dos primeras sesiones de la mañana y estábamos inactivos aún.

El juego se destaca principalmente por tener bastantes puzzles que en la mayoría de casos tiene un regusto añejo. Esto no es negativo, solo queremos decir que tienen un punto clásico y sin demasiados artificios tecnológicos. Bastante bien integrados con la ambientación y la trama, ingeniosos y alguno que nos pareció de cierta complejidad. Hubo un par de puntos en que nos quedamos algo perdidos, pero gracias a un divertido y original sistema de pistas, enseguida cogimos el ritmo. La verdad es que nos gustó en que todo se siente bastante dinámico y poco artificial. En este caso, no vemos mayor problema en que si sois un grupo algo numeroso podáis jugar sin molestaros demasiado, siempre y cuando, no llevéis muchos escape rooms a vuestras espaldas, recomendando en este caso, ser 4 jugadores a lo sumo (nosotros jugamos 2 sesiones consecutivas, de 3 y 3 jugadores cada una).

La ambientación y decoración de El Anticuario no es demasiado sorprendente pero más que correcta, sobre todo en el tramo inicial. Quizá nos hubiese gustado encontrar algo más elaborado y sorprendente en el tramo final, pero como decimos, es plenamente funcional. Aunque hay que destacar un par de transiciones que nos gustaron mucho, especialmente una en concreto que nos dio un subidón tremendo (sí, podemos decir que es bastante épica). El local en el que se desarrolla el juego es amplio y nos sentimos muy cómodos resolviendo los puzzles que se nos presentaban, pero es cierto que no hay demasiada variedad de espacios distintos de juego.

El Anticuario se juega en un suspiro. Son 60 minutos de juego (como los de la vieja usanza). No sales agotado físicamente por trepar por un rocódromo, ni agotado mentalmente por la complejidad de sus puzzles, tampoco sales con la ropa rota y manchado de sangre falsa porque un asesino te haya querido matar, ni harto de rolear hasta el infinito, ni tampoco encontrarás los momentos escapistas más memorables. Aquí se viene a abrir candados y a disfrutar de un juego clásico en esencia donde en la sencillez de su propuesta está la gracia y con un buen ritmo de juego

¿Y sabes con qué sí sales? Con un buen sabor de boca por haber jugado una buena y divertida sala de escape.