Colegio Midwich - Silent Town / Mad Mansion (Basauri, Vizcaya) - Review Escape Room

Carretera del norte de Westbrook, os dirigís a pasar unos días a la vieja cabaña, todo iba según lo previsto cuando de repente... Como salida de la nada, una niña se cruzó en vuestro camino, un fuerte volantazo os hizo perder el control y ahora no sabéis cómo, os habéis despertado en un pueblo cubierto de cenizas, un pueblo sin luz, un pueblo mancillado por los terribles sucesos que acontecieron hace 50 años.

Deberéis separaros, correr, conseguir ayuda y sobrevivir, pero solo vuestro instinto os podrá salvar de quedar atrapados y pasar a formar parte para siempre del pueblo maldito de Silent Town.

Adaptar el icónico videojuego de terror (y posterior franquicia) Silent Hill a un escape room era algo que iba a suceder antes o después. Silent Hill se trata de uno de los juegos más influyentes de los 25 últimos años y se ha ganado por méritos propios formar parte de la cultura pop global (si no habéis jugado nada de esta grandísima saga, ya estáis tardando).

Silent Hill abrió el camino que otros seguirán más tarde creando un universo único de terror psicológico y una gran trama, alejándose de otros títulos más survival y viscerales de la época. Nos enseñaba un terror hasta el momento desconocido, tensando las cuerdas de nuestros miedos más ocultos a lo desconocido y dejándonos ver en parte un universo pesadillesco lleno de monstruos y realidades extrañas que a día de hoy ha sido imitado hasta la saciedad.

Teníamos muchas ganas por ver cómo resultaría la difícil adaptación a formato escape room y llevábamos con mucho hype desde nuestra reserva meses antes de esta Silent Town: Colegio Midwich. En nuestro caso jugamos un par de sesiones consecutivas con 4 y 5 jugadores cada una de ellas.

Ya tuvimos un comienzo con algún tropiezo. Para empezar el email que mandan de confirmación es algo confuso respecto a la hora de la sesión y en nuestro caso efectivamente, llevó a confusión. Si bien se dice que estés 10-15 minutos antes de la “hora establecida” (como se suele hacer en casi todos los escapes para evitar retrasos) también se indica que la hora de la reserva es “a en punto” y que si llegas más tarde de esta hora, se descontará de la sesión. En nuestro caso, estábamos preparados bastantes minutos antes de la hora en punto haciendo tiempo, pero llamamos a la hora en punto (no esos imprecisos 10-15 minutos que se sugiere), cosa que al parecer no era lo correcto según el GM. Este hecho hizo que los grupos se descompensan en parte y jugásemos con algo de prisas. El segundo grupo además tuvo que empezar más tarde aún porque algún mecanismo del juego estaba fallando (creemos que un proyector o algo de sonido) y estuvimos esperando en la puerta un tiempo…

La introducción “Silent Town: Colegio Midwich” creemos que no tiene un tono adecuado a lo que debería ser Silent Hill. Lejos de dar un tono siniestro y misterioso y que te ponga en situación, nos encontramos con un game master algo brusco y directo (entendemos que su personaje), que nos increpó casi de forma humorística que no sabíamos leer y que éramos unos tardones. Tras este extraño speech inicial y poco inmersivo llegó el momento de entrar en la sala propiamente dicha. Este momento creemos que fue algo brusco físicamente hablando (en el sentido literal), algo que no esperábamos teniendo en cuenta el tono guasón anterior. Además nos pareció lento y aparatoso. No nos consideramos personas de piel fina (de hecho nos encanta el terror de contacto y nos encanta rolear y que nos den “caña”), pero en este caso no acabamos de pillar y entender ese mood inicial casi innecesario. Al menos con nosotros no funcionó.

El punto más fuerte de Silent Town es el espacio de juego del que disponen. Se trata de un espacio enorme con variedad de escenarios que iremos desvelando poco a poco y todos ellos inundados por esa densa y constante niebla que hace que no veamos claramente que está sucediendo a solo un metro por delante de nuestras narices. Los decorados están muy bien conseguidos en los cuales encontraréis numerosos guiños a la terrorífica saga original y las transiciones entre ellos son divertidas y diferentes y alguna nos gustó mucho. Estos decorados y ambientación van acompañados de un acertado juego de luces y sonido que nos acompañarán durante nuestra aventura. De hecho hay un momento WOW espectacular en el que gracias al ingenioso uso del espacio, y los elementos anteriores, hace que pierdas ciertamente la noción del espacio de juego y puedes llegar a sentirte desorientado. Quizá esta es la mejor parte de toda la experiencia y que realmente plasma la esencia de Silent Hill.

Jugar a Colegio Midwich, no tiene sentido si no hubiese una densa niebla y ni tampoco una oscuridad penetrante, pero es cierto que estos elementos afectan al flujo de juego en determinados puntos. En determinados momentos del juego (no pocos) sentimos que la resolución de los puzzles y enigmas se prolongaba y se complicaba por no ver bien ni oír ciertos mecanismos. Creemos que es necesario que para la resolución de muchos de los puzzles que nos encontramos, se debería incluir algún punto de luz adicional y un apoyo sonoro. Muchas veces no éramos capaces de ver casi ni el candado que estábamos abriendo ni darnos cuenta que, a apenas medio metro más allá algo se había activado. Hay una gran cantidad de puzzles en esta sala de escape y algunos de ellos de dificultad alta (y más teniendo en cuenta que es un escape room de temática de terror), así que no os durmáis en los laureles porque hay mucho trabajo por hacer. Quizá para grupos más novatos de jugadores recomendamos ser bastantes personas en la sesión. Respecto a la variedad de los puzzles creemos que son bastante heterogéneos en líneas generales, algunos de corte más tecnológico (con resultados dispares en cuanto a ambientación e inmersión) y con bastante candado. Pero también hay bastante puzzle de “rebuscar, relacionar y memorizar” elementos en el propio decorado. Realmente ninguno sorprende en gran medida. Insistimos en que la dificultad de los mismos muchas veces se incrementa “artificialmente” por el hecho de no ver demasiado y hace que el flow a veces decaiga en ciertos puntos con algunos parones en el ritmo de juego bastante acusados.

Esperábamos que debido a inspirarse directamente en Silent Hill, el terror sería más intenso y psicológico, es cierto que si bien tiene algún impacto conseguido, que nos hizo dar un par de respingos, no salimos aterrados. Quizá es por esos parones en el flujo de juego, o por el inicio tan extraño o porque alguna de las caracterizaciones no esté tan bien conseguidas como debería o incluso porque la sala tiene ciertos toques casi cómicos. El tramo medio pide a gritos alguna prueba de valor adicional y menos “candado” y más terror del que hace que te estremezcas porque no sabes qué es ese sonido que se acerca lentamente hacia tí: el terror a lo desconocido o a encontrarnos con esos seres de pesadilla. El tramo final sin embargo sí nos convenció, aunque sea algo confuso y alocado, en cambio sí encontramos un buen nivel de energía e intensidad. Nos pareció bastante divertido la forma de acabar y cerrar el juego incluyendo alguna aparición sorprendente que todos los que hemos jugado la saga, aplaudimos.

Partimos de la base de que creemos que era muy complicado adaptar el videojuego y hacer transmitir las mismas sensaciones a un jugador de escape room, pero a pesar de los intentos, que no son pocos, “Silent Town: Colegio Midwich” solo lo consigue en parte. Es una sala enorme y extenuante, muy ambiciosa pero que sinceramente nos dejó con un sabor algo agridulce. Hay cosas que se deben pulir para acabar de redondear la experiencia. Es una sala que sí recomendamos jugar, y que merece visitar en Euskadi, pero creemos que queda algo alejada de lo que los fans de la saga esperábamos. A veces la nostalgia es poderosa aunque mala compañera.

PD: En la breve charla tras finalizar el juego, nos comentaron que uno de los planes que tienen, es abrir un nuevo juego en ese enorme local, también ambientado en el universo Silent Hill. Nos encantará hacer una parada técnica en Basauri en nuestras próximas rutas escapistas por el norte para ver qué nueva experiencia ofrecen.